"El conocimiento del pasado nos sirve para comprender mejor nuestro presente". Blog personal que busca referirse sobre la actualidad de la disciplina histórica como asi tambien de divulgación histórica sobre acontecimientos, hechos y personajes de la historia argentina y del mundo, a lo largo de los siglos.

¿Es la política todavía el esqueleto de la historia? – Jacques Le Goff

¿Cuál es el enfoque de Voltaire y Michelet sobre la historia política?

Ambos identificaban a la historia política con un enfoque aristocrático y parcial relacionado con la elite poderosa a los que los historiadores estudiaban: “Se diría que en los últimos catorce siglos los únicos galos fueron reyes, ministros y generales” (Voltaire.) Ante esto propusieron ampliar el objeto de estudio de la historia, y escribir una “historia de los hombres” mediante una multidisciplinariedad, dado que la historia política resultaba insuficiente para entender los sucesos históricos. Michelet creyó que era necesario considerar aquellos otros elementos de la historia como la religión, el derecho, la geografía, la economía y el arte, es decir, “aquello que acompaña, explica y constituye en parte3 el fundamento de la historia política: las condiciones sociales, económicas e industriales, el estado de la literatura y el pensamiento”, para así poder lograr, mediante la conjunción de estos diversos elementos, formar un todo.

Según Le Goff, ¿cuáles son los puntos de atención de los historiadores de las últimas décadas?

Los puntos de atención de los historiadores en las últimas décadas según Le Goff son la economía, la sociedad y la cultura. Ante el nuevo tipo de historia desarrollado por las nuevas ciencias sociales, la economía, la sociología y la geografía, la historia política perdió su auge durante la primera mitad del siglo XX.

¿Qué opinión sostenía la escuela de los Annales sobre la historia política, la historia narrativa y la historia de episodios o crónica?

La escuela de los Annales consideraba a la historia política vieja y anticuada; era detestado el trinomio formado por la historia política, la historia narrativa y la historia de episodios o crónica. Se consideraba que todo esto era pseudohistoria no problemática, acontecimental y superficial que “prefería la sombra a la sustancia”. En consecuencia, la historia política dejó de ser el “esqueleto de la historia” desde este punto de vista, quedando reducida a una parte accesoria cual apéndice atrofiado. Enfrentado a esto estaba un nuevo enfoque de la historia como disciplina que estudiaba en profundidad, en base a un problema propuesto por el historiador: una historia económica, social y mental que recurría a la multidisciplinariedad y no se detenía únicamente en lo acontecimental.

¿Cómo se produce la recuperación de la historia política?

La recuperación de la historia política se produjo al adoptar los métodos, el espíritu y el enfoque teórico de las ciencias sociales que la habían empujado al segundo plano como la sociología y la antropología. El principal aporte de estas dos disciplinas fue el imponer a la historia política como concepto y fin central la noción de poder y los hechos relativos al poder, y se produjo un enfoque antropológico de las sociedades y las civilizaciones que no resultó incompatible con la historia social dinámica. Según Le Goff, esta renovación y regeneración de la historia política por otras ciencias humanas no garantizan su autonomía, y es indispensable una pluridisciplinariedad.
Además, la historia política amplió su análisis de documentos y comenzó a usar todas las evidencias disponibles, no subordinando a los textos narrativos la documentación no escrita. Así, la historia política en particular, y la historia en general, toma de toda clase de pruebas la contribución específica que cada una puede dar, estableciendo una jerarquía entre ellas según el sistema de valores del período estudiado. A esta ampliación de las fuentes se suma el enfoque problemático en el que la historia política no se limita a lo acontecimental y episódico.

¿Cuándo la historia política es historia en profundidad?

La historia política, que sugería la idea de algo superficial, es historia en profundidad cuando se convierte en historia del poder, y en estos análisis atendiendo al poder va más allá de los análisis referentes al “Estado” y la “Nación”, identificando en fenómenos básicos una dimensión política en el sentido de una relación con el poder.
En principio esta historia de las profundidades políticas partió desde el exterior, con un análisis de los símbolos y signos de poder integrados al contexto de actitudes y ceremonias del que formaban parte, pero el aspecto político se reveló también en la historia cultural y del arte y en el campo de la historia religiosa.
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