Han pasado 100 años desde la trágica y sangrienta Primera Guerra Mundial, también conocida como la Gran Guerra.
El escueto mensaje, de sólo tres frases, expresó el descontento del Imperio Austro-Húngaro por el rechazo serbio de un ultimátum del día 23, que de hecho responsabilizaba a Serbia del asesinato en Sarajevo del heredero al trono austro-húngaro, Francisco Fernando, a manos de un joven serbobosnio, un mes antes.
"A partir de este momento, Austria-Hungría se considera en guerra con Serbia", concluye la nota, cuyo original es expone en la muestra inaugurada a 100 años de aquella declaración de guerra.
Pasic recibió el telegrama en Nis, ciudad del sur, donde se había refugiado su Gobierno ante la inminencia del conflicto y por estar Belgrado en la misma frontera con el Imperio. Los documentos del Archivo de Serbia cuentan del dramatismo de los días y las horas que precedieron lo que se convertirá en uno de los mayores conflictos de la humanidad.
Entre los otros treinta documentos expuestos, destaca además el ultimátum austro-húngaro y la respuesta de Belgrado.También se ven ediciones extraordinarias de la prensa serbia, del 26 de julio, con titulares como "Ante la guerra europea", "Se movilizan los aliados balcánicos", o "Ante la catástrofe".
La Gran Guerra:
La Gran Guerra comenzó el 28 de julio de 1914 y terminó el 11 de noviembre de 1918. Más de 9 millones de combatientes perdieron la vida, una cifra extraordinariamente elevada para la época. La Primera Guerra Mundial está considerada como el quinto conflicto más mortífero en la Historia de la Humanidad. Sus consecuencias propiciaron grandes cambios políticos, incluyendo numerosas revoluciones con carácter nunca antes visto, en varias de las naciones involucradas.
En la guerra se vieron involucradas todas las grandes potencias industriales y militares de la época divididas en dos alianzas opuestas: Por un lado se encontraba la Triple Alianza conformada por las Potencias Centrales: el Imperio alemán (Prusia) y Austria-Hungría. Italia que había sido miembro de la Triple Alianza no se unió a las Potencias Centrales, pues Austria, en contra de los términos pactados, fue la nación agresora que desencadenó el conflicto. Por otro lado se encontraba la Triple Entente, formada por el Reino Unido, Francia y el Imperio Ruso.
Ambas alianzas sufrieron cambios y fueron varias las naciones que acabaron ingresando en las filas de uno u otro bando según avanzaba la guerra: Italia, Japón, el Reino Unido, y Estados Unidos se unieron a la Triple Entente, mientras el Imperio Otomano (Turquía) y Bulgaria se unieron a las Potencias Centrales de la Triple Alianza. En total, más de 70 millones de militares, incluyendo 60 millones de europeos, se movilizaron y combatieron en la guerra más grande de la historia hasta ese momento.
Aunque el imperialismo de las potencias involucradas fue la principal causa subyacente, el detonante fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria del 28 de junio de 1914 en Sarajevo a manos del nacionalista serbio Gavrilo Princip.
Este suceso desató una crisis diplomática cuando el Imperio Austro-Húngaro dio un ultimátum al Reino de Serbia para que aclarara los hechos. En pocas semanas, todas las grandes potencias europeas estaban en guerra y el conflicto se extendió por todo el mundo.
El 28 de julio los austro-húngaros iniciaron las hostilidades con el intento de invasión de Serbia. Mientras Rusia se movilizaba, Alemania invadió Bélgica, que se había declarado neutral, y Luxemburgo en su camino a Francia.
La violación de la soberanía belga llevó al Reino Unido a declarar la guerra a Alemania. Los alemanes fueron detenidos por los franceses a pocos kilómetros de París, iniciándose una guerra de desgaste en el Frente Occidental. En el Frente Oriental, el ejército ruso logró algunas victorias frente a los austro-húngaros, pero fueron detenidos por los alemanes en su intento de invadir Prusia Oriental. En noviembre de 1914, el Imperio Otomano entró en la guerra, lo que significó la apertura de distintos frentes en el Cáucaso, Mesopotamia y el Sinaí. Italia y Bulgaria se unieron a la guerra en 1915, Rumania en 1916 y Estados Unidos en 1917. Tras años de relativo estancamiento, la guerra empezó su desenlace en marzo de 1917 con la caída del gobierno ruso tras la Revolución de Febrero y a la firma de un acuerdo de paz entre la Rusia revolucionaria y las Potencias Centrales tras la célebre Revolución de Octubre en marzo de 1918.
El 4 de noviembre de 1918, el Imperio Austro-Húngaro solicitó un Armisticio. Tras una gran ofensiva alemana a principios de 1918 a lo largo de todo el Frente Occidental, los Aliados hicieron retroceder a los alemanes en una serie de exitosas ofensivas. Alemania, en plena revolución solicitó un armisticio el 11 de noviembre de 1918, poniendo fin a la guerra con la victoria aliada.
Tras el fin de la guerra, desaparecieron cuatro grandes imperios el alemán, el ruso, el austro-húngaro y el otomano. Los Estados sucesores de los dos primeros perdieron una parte importante de sus antiguos territorios, mientras que los dos últimos se desmantelaron.
El mapa de Europa y sus fronteras cambiaron completamente y varias naciones se independizaron o se crearon. Al calor de la Primera Guerra Mundial también se fraguó la Revolución Rusa, que concluyó con la creación del primer Estado autodenominado socialista de la historia, la Unión Soviética. Se fundó la Sociedad de Naciones, con el objetivo de evitar que un conflicto de tal magnitud se volviera a repetir. Sin embargo, dos décadas después estalló la Segunda Guerra Mundial.
Entre sus causas se pueden señalar: el crecimiento de los nacionalismos, una cierta debilidad de los Estados democráticos, la humillación sentida por Alemania tras su derrota, las grandes crisis económicas, el expansionismo, y, sobre todo, el auge del fascismo.