Comparto con todos esta investigación interesante del Historiador Julio David Frydenberg que se ocupa del Fútbol Argentino.
A la misma la resume como: El muestreo y el consiguiente análisis de los nombres elegidos en el acto fundacional de los clubes de fútbol permite construir una imagen de las opciones simbólicas más importantes que existían en la sociedad porteña durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX. El presente trabajo apunta a mostrar la serie de grandes temas elegidos, su peso relativo en el conjunto, así como las modificaciones a través del tiempo.
A continuación la investigación...
"En contestación a lo publicado en su periódico por nuestro homónimo sobre el asunto del nombre, el Independiente F.C. fundado en 1903, ha resuelto la Comisión Directiva de este club no cambiar por concepto alguno la denominación adoptada; pero acepta jugar un partido por el nombre, en nuestro field."
(Carta publicada en la sección deportes del diario "La Argentina" el 8 de junio de 1905)
1.
1. INTRODUCCIÓN
El fútbol llegó a Buenos Aires hacia fines de la década del `60 del siglo XIX mientras se asistía a la constitución del Estado y de la Nación Argentina. Desde esa fecha hasta fines de ese siglo, su práctica fue ejercida dentro de la colonia inglesa, sus escuelas, sus empresas y en algunos pocos clubes junto con grupos de la élite criolla local. La llegada del deporte a los sectores populares coincidió también con un tiempo inaugural: la popularización de la práctica del fútbol fue simultánea con la formación misma de los sectores populares modernos en la ciudad.
Los actores y los discursos que competían en los momentos de máximo apogeo de la oleada fundacional de clubes de fútbol eran desde grupos anarquistas, sindicalistas revolucionarios y socialistas hasta la nueva tradición patriótica, elaborada desde el aparato estatal para homogeneizar una sociedad formada en buena proporción por inmigrantes recién llegados hasta los grupos nacionalistas y la iglesia.
El fútbol -como práctica convocante de buena parte de los sectores sociales- fue escenario de la configuración de una amplia gama de fenómenos y muy especialmente de los que integran el mundo simbólico. El análisis del perfil con el que se adoptó el fútbol puede ser una vía para introducirnos en la percepción de los climas vividos en distintos momentos. A la vez, el mismo fútbol fue generador de hábitos, sentimientos y valores que conformaron a la propia cultura.
Si observamos el lugar que ocupó (y que ocupa) en la sociedad argentina a partir de los últimos años del siglo XIX, puede advertirse la pertinencia del acercamiento al fenómeno del fútbol. En este sentido vale recalcar el papel cumplido por este deporte en la creación de lazos identitarios.
La popularización de la práctica futbolística se produjo durante la primera década del siglo XX, a partir de la fundación de una gran cantidad de equipos-clubes. El acto original creador de estas protoinstituciones tensó los espíritus de sus jóvenes fundadores, y en esa acción nucleante se expresó, en buena proporción, la carga de sentimientos y valores amasados en la corta experiencia de vida de esos noveles "footbollers". Esta afirmación se funda en la base empírica acumulada tanto en esta investigación como en otras y, consecuentemente, permite sostener que el rastreo de los nombres elegidos en la escena inaugural puede ser de gran valor heurístico.
Los nombres elegidos al fundar los clubes de fútbol pueden ayudar a formar una idea más clara de las ideas y sentimientos que movilizaban a esos jóvenes. Es decir, podría ser una vía de entrada para testear un universo difícil de asir cuando miramos el pasado. Su análisis podría brindar algunas pistas acerca de los distintos recortes identitarios nucleantes, el horizonte mental y emocional de la juventud porteña a lo largo del tiempo.
Este recorte del objeto de estudio debe entenderse como un aporte, como un intento de acercamiento a la comprensión de un clima, del ambiente cercano al de la juventud masculina porteña, que a medida que entramos en el siglo XX fue abrazando la práctica del fútbol. Ello presenta un elemento atractivo que vale la pena investigar ya que permite un acercamiento al fenómeno de la recepción, reelaboración y producción cultural. En todo caso, su valor reside en que al evaluar los nombres elegidos al fundar los clubes estamos escuchando la voz diáfana de los jóvenes. 1
En otro trabajo intentamos acercarnos al carácter que tuvo la competencia dentro del espacio del fútbol aficionado. Este fue en gran medida gobernando una rivalidad-enemistad asociada a la defensa de lo propio. Los jóvenes decían ser representantes y defensores de ciertos elementos nucleantes como por ejemplo la cuadra, la esquina o el vecindario. La presencia de estos valores en el ambiente de la práctica del fútbol de los sectores populares incidió a la hora de evaluar el peso relativo que para estos jóvenes tenía la elección del nombre del club.
Este estudio se ha edificado con la información aportada por dos series de datos:
- la lista de nombres de clubes que alguna vez pertenecieron al fútbol oficial a lo largo de los años comprendidos aportando un elemento diacrónico. La serie abarca un momento y un espacio que contiene a los clubes existentes desde la aparición del fútbol en los últimos años de la década de 1860 hasta 1930, en el área metropolitana y parte de la provincia de Buenos Aires 2. La lista incluye la información -completa o no- de los clubes (de los que se tiene memoria) que participaron en la liga oficial. Los datos de los clubes seleccionados son: nombre definitivo, nombres alternativos que se barajaron a la hora de crearse, fecha de fundación, fecha de incorporación a la liga, origen social de los fundadores del club, razón social y lugar de origen. 3
- lista de nombres de clubes de fútbol aficionado en 1907 a partir de los datos de la sección deportiva del diario "La Argentina", espacio periodístico utilizado por los nuevos clubes y ligas independientes para informar sobre el universo de competidores, desde fundaciones de clubes hasta los desafíos y "fixtures". Este espacio generado por "La Argentina" abarcó desde 1903 hasta 1907, de allí que tomamos la información de esta última fecha por ser el momento de máximo despliegue del fútbol aficionado 4. Sólo un pequeño porcentaje de éstos aparecen en el listado de la primera serie de datos. Sucede que aquellos son clubes que estuvieron alguna vez afiliados a la liga mayor pero un 80% de los equipos que aparecen en los avisos de "La Argentina" nunca se afilió a la Liga oficial. Muchos eran equipos de adolescentes que según los encargados de la sección "sportiva" del diario tenían dificultades para escribir en forma legible.
Como puede verse, una serie permite una visión diacrónica, incluyendo al fútbol practicado por distintos sectores sociales, mientras que la segunda se acerca a una fotografía, situada en 1907, del mundo de los jóvenes de los sectores ajenos a la colonia inglesa y a la élite criolla. Si bien son dos muestras cuyos datos no pueden cruzarse dado que se refieren a objetos distintos, la idea es saber cuán lejanas están entre sí, especialmente si la segunda se ajusta o no a la primera. El procedimiento intentará tomar las dos series de datos para tentar posibles relaciones. En este análisis del material empírico no realizaremos conclusiones apresuradas. En muchos casos sólo se expondrán los datos hallados, dejando abiertas las posibles relaciones e interpretaciones, ya que no se intenta aquí llegar a conclusiones definitivas. El objetivo es dar a conocer los resultados cuantitativos de la investigación y extraer algunas ideas provisorias.
El trabajo seguirá el siguiente camino: en primer lugar el paneo de los nombres elegidos al fundar los clubes, luego nos detendremos en la "razón social" adosada (por ejemplo: "Football Club" o "Club Atlético"), finalmente -y más cercano al análisis cualitativo- mostraremos la insistencia en la elección de alguna fecha especial a la hora de fundar un club, así como los nombres alternativos propuestos en el momento de la decisión.
2. LOS NOMBRES ELEGIDOS AL FUNDAR EL CLUB
Veremos los cambios que se produjeron a través del tiempo en la elección de los nombres, así como algunos de los elementos más genuinos que permiten observar el ambiente de los sectores populares en el que se desarrolló la ola fundacional de principios de siglo XX. De esta manera surge cómo a lo largo del tiempo aparecen algunas líneas que denotan continuidades junto con posibles rupturas.
2.1. ARGENTINO/S:
Este nombre fue usado entre 1900 y 1910. Apareció por primera vez hacia fines de siglo XIX con la intención de diferenciarse de los clubes ingleses, aunque no tuvieron un origen popular. Es el caso de Argentinos de Quilmes 5. Otra situación fue la de Argentinos Juniors, así como la de Argentinos de Vélez Sarsfield. En el primer caso -Argentinos de Quilmes- aparece claro el intento de distanciarse de los ingleses. En el segundo caso ¨de quiénes querían diferenciarse los jóvenes fundadores al llamarse "Argentinos"? Tal vez, sus intenciones fuesen las de despegarse de las organizaciones creadas en torno de los intereses étnicos emergentes de la inmigración masiva. A esta conclusión hay que sumar la ascendencia de los mismos fundadores: buena parte de ellos eran hijos de inmigrantes. Es decir, llamarse "Argentinos" en ese momento ya no remite a la diferenciación con el juego y con los jugadores ingleses sino más bien a la segregación de un universo simbólico no argentino, que podemos relacionarlo con el de los inmigrantes. Si hubo un uso para diferenciarse de los ingleses, en ese caso no es posible distinguir claramente el origen social de esos clubes. Sin embargo, fueron los jóvenes nacidos de los nuevos sectores populares porteños quienes sí parecen haberlo elegido como opción diferenciadora de las aglutinaciones grupales de inmigrantes. 6
También en la primera década del siglo XX apareció el calificativo, argentinizando algo que en su origen no lo era, por ejemplo Peñarol Argentino, Albion Argentino; o que necesitaba de la especificación: por ejemplo, Sport Argentino, Sol Argentino, Porvenir Argentino, Juventud Argentina. También desde la argentinidad se reafirmaba la pertenencia, como Argentinos del Norte, Argentinos Unidos de Barracas.
Otro de los temas que surgen es el uso del singular o del plural. Así, con el club Argentino de Quilmes aparecía el uso en singular de "Argentino", mientras que el plural puede verse en Argentinos Juniors o Argentinos Unidos de Vélez Sarsfield. Podemos pensar que el plural indica un compromiso de cada uno de los participantes, denotando acción y participación.
Es interesante lo que ocurrió hacia 1910 cuando se fundaron los clubes Argentinos de Temperley y Argentinos de Bandfield, dos localidades cercanas entre sí, ubicadas hacia el Sur a pocos kilómetros de la Capital Federal. En 1933 el Club Temperley nació como fusión de ambos, pero el nombre que le pusieron no comenzaba con un "Argentinos de...", sino sólo se llamó "Temperley". Habían transcurrido veinte años. Si en 1910 parecía necesario llamarse "argentinos", en 1933 esto no se encontraba dentro del horizonte de posibles nombres a elegir, era redundante.
2.2. UNIDOS, UNION, DEFENSORES:
"Unidos de" o "... Unidos" y "Unión". Al igual que en el caso anterior, aquí también fueron elegidos así en la primera década del siglo XX, y buena parte de sus orígenes pueden vincularse a los sectores populares 7. Es curioso observar cómo "Unidos" apareció hacia principios de siglo, mientras que "Unión" fue elegido luego de 1915. "Defensores" fue una constante a lo largo de las tres primeras décadas del siglo XX. 8
Autodenominarse Unidos remitía a una referencia al mismo agrupamiento, al propio hecho asociativo. Sin embargo quien se definía "Defensor de" aludía, en principio, a dos significados claros: indicaba posicionamiento en la intención de representar al espacio nucleante (en general vinculado a un territorio) frente a otros posibles competidores en la representación; por otro lado denotaba la actitud de quien se está aprestando a competir, a rivalizar con otro que defiende otra entidad. O sea, desde la misma creación del equipo-club se está pensando en enfrentar a otros. Casi podría decirse que es su razón de ser. Estos dos significados tienen una ubicación temporal diferente. Hacia principios de siglo, se llamaron "Defensores" quienes deseaban diferenciarse de sus pares del mismo vecindario, con los que competían en la posibilidad de ser representantes del lugar. Más tarde, en la década del `20, sólo se llamarán "Defensores" los que -junto con los que también eligieron "Unión"- se posicionaban frente al conjunto de localidades y barrios.
Si agrupamos "Argentinos", "Defensores", "Unión" y "Unidos" vemos claramente la intención de identificarse alrededor de un territorio vecinal. Siempre aparecen vinculados al nombre de un vecindario hacia principios de siglo o de una localidad suburbana hacia los años `20. Vale pensar que si los Argentinos intentaban diferenciarse de los no Argentinos, los Defensores y los Unidos deseaban distanciarse de rivales y vecinos.
2.3."ESTUDIANTES", "ESTUDIANTIL", "JUNIORS", "JUVENTUD", "PEQUEÑOS":
Nos acercamos a un espacio diferente al anterior. Se trata aquí de un recorte generacional a la hora de elegir el nombre. Hay que tener muy en cuenta que todo el movimiento nacido con la adopción del fútbol por los sectores populares porteños fue llevado adelante por jóvenes de entre 12/13 a los 20 años. Así, no es casual que muchos eligieran durante todo el período -aunque muy especialmente entre 1900 y 1915- nombres como "Estudiantes" o "Estudiantil". Esta elección, que marca la presencia de un corte generacional, por lo general estaba asociada a un barrio o localidad, por ejemplo: Estudiantes de Belgrano, de Bernal, de Victoria, Estudiantil de Almagro. Es decir, no había relación directa con la institución escolar sino que revelaba la condición de alumnos de los jugadores-socios fundadores, que a su vez se nucleaban en torno al vecindario.
La elección del sufijo "...Juniors", aparece más frecuentemente en clubes fundados entre los años 1900 y 1910, tanto de la capital como del Gran Buenos Aires, pertenecientes a los sectores populares. 9
NOMBRES DE ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS:
La relación del fútbol con la institución escolar tuvo en Argentina una vida plena de desencuentros y de conflictos. Si bien este deporte comenzó su desarrollo a partir de las escuelas inglesas, el curriculum normativo de la institución pública nunca lo contó dentro de sus prácticas aceptadas. A pesar de esto existieron competencias intercolegiales en las cuales el fútbol -debido a la presión de la calle y de los alumnos- lograba filtrarse. Además hubo ex-alumnos que decidían honrar a su ex-escuela formando un equipo con su nombre, todo hasta 1915. El fútbol penetró en el ámbito de los claustros universitarios 10 . Es interesante hacer notar que desde 1901 se prohibió en la liga el uso de nombres de escuelas. A pesar de esto, las frecuentes divisiones entre las instituciones que dirigían el fútbol oficial hicieron muchas veces que ciertas normas no fueran respetadas.
"Juniors" y "Estudiantes" en general fueron usados en los primeros quince años del siglo y pertenecieron mayoritariamente a los sectores populares. Por otro lado, el corte generacional estuvo presente en todo este movimiento social generado por el fútbol. La elección de estos nombres testimonia este hecho común para todos los clubes, aunque en algunos de ellos, a pocos años de fundados, parte de los cargos directivos fue ocupado por adultos.
2.4. NOMBRES RELACIONADOS CON EL DEPORTE, LA COMPETENCIA Y EL FUTBOL:
Tenemos aquí elecciones realizadas en la primera década del siglo XX. No aparecen entre los nombres más elegidos, aunque si nos atenemos a otras investigaciones y al conocido caso de la fundación de San Lorenzo de Almagro -que se desarrollará en el apartado de los nombres alternativos- podría pensarse que aquí emergía claramente el espíritu más auténtico, donde se transparentan las intenciones de los jóvenes 11 .
Además, puede percibirse un primer filtro de los adultos que no permitían que este tipo de nombres fuesen definitivamente adoptados, elemento que no estaba presente en muchos de los equipos-clubes del listado de "La Argentina" 12. Otros casos -los menos- se volcaban hacia nombres relacionados con los ejercicios físicos y el fair play como Sportmen, Ejercicios Físicos, Sport Argentino.
"Gimnasia y Esgrima de...": Este es un caso en el que vale la pena detenerse. En principio, se crearon para seguir la tónica del estilo de los clubes ingleses y la escuela francesa de ejercicios físicos. En su origen fueron clubes de élite, fundados por criollos como "Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires" o "Gimnasia y Esgrima de La Plata", que fueron los más conocidos y a la vez excepciones. Ambas instituciones fueron fundadas hacia fines del siglo pasado (1880 y 1887, respectivamente) por la élite dirigente criolla. Para este sector social, el fútbol ocupaba un lugar más entre los "deportes ingleses" que practicaban. El resto de los que eligieron ese nombre fueron fundados con posterioridad al año 1910 y en su mayoría se originaron en el Gran Buenos Aires 13. En los primeros dos casos se propusieron representar a ciudades (Buenos Aires y La Plata) y no a barrios o localidades menores, además no es casualidad que sean clubes de la élite local. LLamarse Buenos Aires o La Plata quedará asociado a este sector social (o a los ingleses) por lo menos en este momento, principios de siglo. Penetrando más en la centuria, los que siguen eligiendo como nombre "Gimnasia y Esgrima de..." ya lo serán de un barrio, le darán un sentido de pertenencia a un ámbito espacial restringido.
Seguramente ello estaba vinculado a que quienes elegían consideraban el universo dominado por ellos, el espacio que ellos creían representar y defender. "Gimnasia y Esgrima" y "El..." son usados como expresión que no parece denotar un corte social. Sugieren algún vínculo con el uso del término "Sportivo" como razón social -se verá luego-, un uso genérico que agrupaba a toda la sociedad detrás de un lugar que unía a los que deseaban vincularse con la defensa y el orgullo de pertenecer al barrio. Aquí no había próceres, política, generaciones, idiomas. Toda la barriada -heterogéneo social- nucleada en torno de formas de vida "sportiva". Este uso se generalizó desde 1915.
2.5. NOMBRES INGLESES:14
En principio hay que destacar su uso por parte de los clubes pertenecientes a la colonia inglesa, fundados durante las dos últimas décadas del siglo XIX. Si nos situamos en la primera década del siglo XX y si comparamos los grupos vinculados a las elecciones de nombres asociados a "Argentinos" y "Unidos", al corte generacional y a las opciones por los nombres ingleses, no fueron dominantes aunque sí significativas. 15
¿Cuál fue la incidencia de los vocablos ingleses a la hora de elegir los nombres de los clubes? En un primer movimiento dejamos de lado a los clubes fundados por la colonia inglesa. Interesa evaluar si los no ingleses usaron el inglés. Numéricamente no sobresalían. En su mayoría no tenían relación con los lugares de residencia de sus fundadores, lo que los ubicaba dentro de la excepción a la regla. Aún siendo un porcentaje menor, su existencia remitía a la presencia del modelo inglés del deporte moderno.
¿Todo esto contradice lo sostenido, entre otros, por el historiador Eric Hobswam al decir que en los nombres de los clubes de fútbol se ve la herencia dejada por Gran Bretaña en el mundo? Parecen haber sido, sin embargo, los elementos reglamentarios y los referentes al juego los que se mostraron más estrechamente ligados al uso de la tradición -que era el uso de los términos originales en inglés. Habrá que historiar el paulatino abandono del inglés en este aspecto, pero es evidente su presencia que continua hasta la actualidad, mientras que a la hora de elegir los nombres, desde temprano fueron una opción no mayoritaria para los no ingleses.
Las elecciones de nombres relacionados con las empresas de ferrocarriles ingleses aparecieron sólo en un momento temprano. Estos clubes podían ser generados por la iniciativa de las empresas o de los empleados. 16
2.6. NOMBRES QUE HACEN REFERENCIA A LUGARES O A PERSONAJES SIN RELACION CON LA ARGENTINA NI CON INGLATERRA:
Surgieron a lo largo de todo el período. Existieron nombres de equipos ingleses y de otros países; además de otros extraídos de ciudades, personajes o etnias 17. ¿Estos últimos fueron creados por miembros de colonias de inmigrantes de esas nacionalidades? Carecemos de datos como para dar una opinión definitiva, pero para la mayoría no lo creemos. Hacia principios de siglo se produjo una marcada presencia de nombres referidos a América Latina. Excepto "Sirio" no había otro que denotara la presencia de alguna comunidad de inmigrantes 18. En el listado de 1907, el único equipo con apellido que no era de origen italiano o español se llamaba Bahía Blanca, donde había algunos judíos.
2.7. NOMBRES VINCULADOS CON EL AMBIENTE SIMBOLICO RELIGIOSO:
En el marco de la cantidad global de nombres no tuvieron incidencia. Aparecieron unos pocos relacionados con la colonia inglesa hacia fines del siglo XIX, y hacia principios del siglo XX sólo dos con los sectores populares. Uno de ellos, el club llamado "Juventud Católica" que estaba asociado a los círculos de obreros católicos -instituciones vinculadas con la iglesia y que intentaban competir con la influencia anarquista y socialista en el ámbito de la naciente clase obrera. El otro caso, muy singular, fue el de "San Lorenzo de Almagro", donde la iglesia apadrinó la iniciativa de los jóvenes alumnos de una escuela religiosa. Al margen de los nombres alternativos que se barajaron, el definitivo fue el nombre del santo: "San Lorenzo" (propuesto por el Padre Massa y aceptado por los jóvenes) y "Almagro", con la casi siempre presente alusión al vecindario.
2.8. NOMBRES ASOCIADOS CON PROCERES NACIONALES:
Su número fue importante, pero su peso se fue acentuando después de la primera década. En el registro de 1907 no surge como una cifra destacada, aunque la presencia del discurso y las prácticas escolares parece evidente 19 . El año crucial parece haber sido 1910. La problemática acerca de la formación de la simbología patria y la tradición es tema de recientes investigaciones. Todas ellas permiten ubicar el nacimiento de esos diseños desde los mismos años de creación del aparato estatal. A pesar de esto, tuvieron ritmos más acelerados hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX, fundamentalmente guiados en la perentoria tarea de homogeneizar la heterogénea población llegada desde el exterior 20 . Se puede apreciar cómo los nombres de próceres fueron más usados en la segunda y tercera décadas que en la primera. En un comienzo dominaron el lugar -leimotiv de todos los tiempos-, el corte generacional, junto con los "argentinos". Sólo en un segundo momento aparecieron como opciones los personajes reconocidos de la historia argentina. Este ítem es trascendente si tenemos en cuenta que son los años en los que se plasma la difusión del discurso patriótico, que contemplaba como uno de sus eslabones esenciales la implantación de una tradición histórica.
¿Qué papel jugaron a la hora de elegir los nombres de los clubes? El número general de los clubes que optaron por próceres patrios es significativo. No se superpone a los que eligieron el lugar como eje identificatorio. No hubo clubes que se llamaran por ejemplo "San Martín de Flores", o se usó uno o se eligió el otro. Es decir, si bien existían muchos compitiendo por representar a Flores, la tendencia general fue la incompatibilidad de la aparición de nombres como Belgrano de Flores. Quien se llamaba Belgrano se consideraba formando parte de algo mayor, e imbuido de sus valores, compartiéndolos con otros. El representante del vecindario era el vecindario encarnado, quien se denominaba Belgrano decía compartir y defender con el universo de compatriotas los valores que el héroe representaba 21.
Insistimos que desde una perspectiva metodológica, los datos que muestra esta sección de la investigación permiten acercarnos a la recepción que tuvieron entre los sectores populares esas políticas cuyos objetivos fueron explícitamente expresados, y a ese respecto aparece un claro, y por otro lado obvio, desacople cronológico entre los años de elaboración y puesta en marcha de los instrumentos de dicha red simbólica, y los momentos de sus encuentros con los sentimientos y experiencias de los sectores hacia los que estaba dirigido.
2.9. NOMBRES QUE DENOTAN UNA INTENCION POLITICA O SOCIAL DISTANCIADA DEL MODELO OFICIAL:
Nos ubicamos en la primera década del siglo XX. Momento de auge de las corrientes más abiertamente contestatarias como los anarquistas, socialistas, así como la formación de la Unión Cívica Radical como partido con un amplio apoyo social 22. La elección de estos nombres parece confirmar la tesis acerca de la fuerza de la tradición de que la primera década del siglo XX muestra en algunos sectores una fuerte tendencia a la confrontación dentro de sistemas ideológicos existentes, especialmente el anarquismo. Además, en la medida que nos alejamos en el tiempo y del centro de la ciudad esta línea va desapareciendo.
2.10. "BUENOS AIRES:
"La mayoría de quienes eligieron este nombre se ubican entre los residentes de la colonia inglesa hacia fines del siglo XIX. Todos los primeros clubes fundados por los ingleses en la Capital Federal se llamaron "Buenos Aires", por ejemplo: Buenos Aires Cricket Club, Buenos Aires Football Club, Buenos Aires English High Scholl.
"PORTEÑO":
a diferencia del anterior sí aparece usado en la lista de los nombres de clubes extraídos del diario "La Argentina", es decir de principios de siglo y originados en los sectores populares. Es curioso observar que a principios de siglo es "Buenos Aires" el término empleado fundamentalmente por los ingleses o por la élite, mientras que aquí aparece "Porteño" 23. Sin duda, es posible advertir las distancias entre los dos nombres. Quien se autodenominaba "porteño" estaba sosteniendo ser partícipe de la identidad propia de la ciudad, sensación que no indicaba el "Buenos Aires".
2.11. El resto de las opciones sólo eran nombres de lugares: en las que incluimos a vecindarios, cuadras y localidades. Si a esto sumamos alguna alusión al barrio -por ejemplo Defensores de Belgrano- los nombres elegidos tuvieron que ver en un 90% con los lugares de residencia de los fundadores. La influencia del universo local es abrumadora a la hora de construir el "nosotros" y el "ellos". Los que nos muestran relación con el espacio habitado fueron los nombres vinculados a los establecimientos educacionales, nombres ingleses y extranjeros no ingleses, los encabezados por "El...", los elegidos por ser los de personajes o próceres nacionales, y parte de los que denotan opciones políticas y religiosas.
Todos usaron nombres de lugares. No es su uso lo que define cortes observables y significativos. Vale la pena detenerse en los lugares elegidos y en toda la serie de aditamentos adosados a ellos ya que son los que nos permiten pesar los valores adoptados. Vemos hacia 1907 nombres de calles, plazas, barrios. Pero aquí aparece una diferencia interesante. La cantidad de "barrios" cae y aparecen claramente nombres de calles o plazas: Solís, Quesada, Salguero, Plaza Herrera, Forest, Corrientes, Campichuelo, Boulevard Patricios. Es más, la misma palabra "barrio" no aparece en 1907.
Una lectura posible sería suponer que muchos de los clubes de la primera parte del siglo pasado remiten a Buenos Aires y a estaciones de ferrocarril; luego a grandes barrios y a localidades del Gran Buenos Aires y de la provincia más tarde. Sin duda, muchos de los equipos-clubes de 1907 son emergencia del grupo de jóvenes de la "cuadra", ni siquiera de la vecindad.
Aparecen claramente diferenciadas las elecciones de nombres por parte de los ingleses y de la élite criolla, donde los nombres de las ciudades Buenos Aires o La Plata fueron los lugares de pertenencia elegidos. Mientras que en la medida en que nos adentramos en el siglo y nos vamos del centro urbano aparecen como eje convocante los nombres de los barrios. 24
Cuadros Nº 1 y 2 |
3. RAZON SOCIAL
Cuadro Nº 3. Razón social: evolución en el tiempo de las distintas fórmulas.
Fuentes: Historias del fútbol argentino, Diarios: El Diario, La Nación y La Prensa.
Cuadro Nº 4. Razón social de los clubes en 1907.
Fuente: Sección deportiva de "La Agentina".
En principio interesa acercarnos a estos usos. Nos encontramos con el "Athletic Club" de los clubes ingleses que remite directamente al espíritu "sportivo" y al "fair play" con el que nacieron los deportes modernos. En líneas generales fue elegido por los clubes vinculados a la colonia inglesa. Más tarde apareció con fuerza el "Club Atlético" y, naturalmente, interesa definir el porqué de esta adopción durante la primera década del siglo XX, teniendo en cuenta que la mayor parte de los que lo eligieron pueden asociarse a clubes nacidos del seno de los sectores populares. Caben aquí dos hipótesis: por un lado, como castellanización del "Athletic Club" inglés expresando así la influencia del modelo con el que llega aquí adherida la práctica del fútbol. Sobre todo, y tal vez yuxtapuesto a la anterior explicación, se puede suponer su uso como la influencia del discurso oficial (escolar) promotor del atletismo, del higienismo y de la actividad física. El "Club Atlético" está atestiguando la presencia de una corriente discursiva explícita en el modelo del "fair play" sumada a la del curriculum escolar. 26
Sin embargo, los "Clubes Atléticos" de hecho no eran más que equipos de fútbol en su más abrumadora mayoría en la primera década del siglo XX, hecho que debe sumarse a la ya corroborada tendencia a alejarse del sistema ético del fair play en su práctica competitiva concreta. Es decir, en el acto fundacional los jóvenes llamaron C.A. a sus clubes de fútbol al estilo del "sportman", en un movimiento que suena más a solución de compromiso que a embanderamiento.
Sea como fuera, este nombre es el usado por los clubes fundados por los sectores populares en la primera oleada fundadora de clubes de fútbol y mayoritariamente de la Capital Federal.
A pesar de confirmar lo dicho arriba, es curioso lo sucedido con "Football Club". Su uso no se castellaniza. No hubo "Club de Fútbol River Plate", mientras que sí existió el "Independiente Football Club". "Football Club" se usó durante casi todo el período estudiado, aunque muy especialmente en la primera década, y manifiesta abiertamente la intención de los fundadores: fundar un club de fútbol. O sea, seguramente esto se relaciona con que eran equipos de fútbol sin aspiraciones de involucrarse en el fomento de las actividades atléticas y/o sociales como sería el caso del "Club Atlético". La elección por el F.C. fue común a todos los grupos sociales.
Sin embargo, presenta más interés contrastar "Club Atlético" elegido durante la primera década, con "Sportivo" usado en un segundo momento, desde 1910 y mayoritariamente desde 1920; y como ya fue expresado, sumado al nombre de localidades generalmente del Gran Buenos Aires 27. "Sport" es usado como sinónimo de deporte -el "sport". Así llegó a estas playas nombrado el juego y calificado el sistema ético unido él. Así se titulaban las secciones deportivas de los diarios a partir de fines de siglo XIX.
"Sportivo" nacería en la castellanización del "sport" inglés, pasando a designar a la institución que se dedicaba a las actividades sportivas o deportivas. "Deportivo" parece ser el uso nativo de la palabra extranjera. No hay dudas respecto de los tiempos: primero se usó Sportivo y luego Deportivo.
Otro de los interrogantes es por qué no seguir llamando a los nuevos clubes "Club Atlético"? ¿Por qué desde 1915 la amplia mayoría preferirá "Sportivo"? Una hipótesis -ya usada para otros casos- es la de ver a "Club Atlético" como un nombre usado en la práctica sólo por clubes de fútbol, sin atender el resto de los deportes, mientras que con "Sportivo" se tendería a englobar al conjunto de la actividad física. Lo que significaría abarcar a otra porción de la sociedad -por ejemplo, la participación de la familia-. Tal vez "C.A." y Sportivo intentaban designar lo mismo: el desarrollo de las actividades físicas en su conjunto. Pero con "C.A." no se hace realidad lo denotado: en su gran mayoría fueron sólo clubes de fútbol, por lo menos hasta 1915.
También podría considerarse que para estos años la fórmula "Sportivo" sumada al nombre del lugar es la elegida como reflejo más fiel de una firme intención: sólo significar que es la institución deportiva de ese lugar, sólo esa y sin rival en la misma localidad aunque sí en la estación vecina, más apartada espacialmente que lo que podían estar dos barrios en la capital. Tal vez llamarse "Sportivo" significara aunar a toda la localidad y atraerla a la práctica de los deportes. En un primer momento (hasta el año 1915 aproximadamente) otros cortes, no sólo el del lugar, motivaron variantes en la elección de los nombres.
4. FECHAS DE FUNDACIONES
Existen evidencias -a través del anecdotario incluido en la historia tradicional del fútbol- que en muchos casos los fundadores elegían formalizar el nacimiento de la institución en determinado día, demorando el acto que ya había sido acordado. Esto induce a pensar el valor con que se buscaba dotar al acto de fundación, a pesar de los pocos casos con los que contamos.
Existen evidencias -a través del anecdotario incluido en la historia tradicional del fútbol- que en muchos casos los fundadores elegían formalizar el nacimiento de la institución en determinado día, demorando el acto que ya había sido acordado. Esto induce a pensar el valor con que se buscaba dotar al acto de fundación, a pesar de los pocos casos con los que contamos.
En el análisis de los datos aparecieron con insistencia fechas de efemérides patrias coincidentes con fechas de fundación de algunos clubes.
En un primer orden aparecen cuatro clubes que nacieron un 25 de mayo (día de la Revolución): River en 1901, Platense en 1905, Defensores de Belgrano en 1906 y Huracán en 1907. Hacer coincidir la fecha de fundación con el 25 de Mayo implicó dotar de un peso simbólico extra al acto iniciático. Quienes así eligieron eran jóvenes, adolescentes.
Estas fueron en sus orígenes instituciones vinculadas con los sectores populares. Lo curioso y el fenómeno a develar es que esto aparece en la primera década, justo en el momento en que -como hemos visto- no son frecuentes las elecciones de nombres vinculados a próceres o a personajes salientes de la historia nacional. Realmente parece apresurado extraer conclusiones sobre este particular ya que la información respecto de las fechas completas de fundación (día y mes) es escasa y no permite evaluar el peso relativo en todas las épocas de este tipo de elección. Sin embargo, si el efecto de la educación parece afirmarse desde la segunda década, las prácticas escolares están presentes junto a toda la gama de celebraciones patrias más cercanas a los efectos de los despliegues militares.
Tenemos el caso de Chacarita Juniors, fundado el 1º de mayo de 1906. Su significación política y social es explícita. Es sintomática la elección del 1º de mayo ya que en este caso no esperaron al 25 de mayo para formalizar el nacimiento del club. Habrá que ligar esta fecha con la tradición contestataria asociada a los sectores populares y a la primera década del siglo XX.
5. NOMBRES ALTERNATIVOS PROPUESTOS
Deslizándonos desde el análisis cuantitativo al cualitativo nos introducimos de lleno en el momento que los jóvenes fundadores elegían el nombre de su club. Cuando se reunían con la intención de formar un equipo y a la vez de fundar un club, solía generarse un espacio de discusión en torno a una serie de pasos a seguir entre los que se encontraba la elección del nombre. Podemos conocer algunos de los nombres que se barajaron y que finalmente no fueron elegidos. Esto surge del testimonio de los participantes en el acto fundacional ante el requerimiento de los primeros historiadores del fútbol, hacia fines de los años veinte y principios de los treinta 28. Por supuesto, son historias relatadas y transmitidas sobre el acto inicial en la vida de algunos de los clubes que con el tiempo serían los más populares y cuya historia se consideraba necesario contar.
Clubes éstos vinculados con los sectores populares y creados durante la primera década del siglo XX.
De estos testimonios surge un primer elemento interesante: dentro del conjunto de posibles nombres fueron deshechados los que se relacionaban con particularidades o con elementos de la competencia que no estaban vinculados al fair play. Estos se referían a la rivalidad-enemistad. Según los míticos relatos, fueron los nombres que emergieron en un principio y con mayor naturalidad.
El ejemplo más elocuente es el del club San Lorenzo de Almagro. Es el caso que incluye más elementos para analizar. La anécdota dice que los jóvenes fundadores debatían la elección del nombre entre estas opciones: Forzosos (o forzudos) de Almagro, Cestos y Canastas, El centinela de Quito, El Almagrense, Olimpia, El triunfador (o vencedor o el invencible), Peñarol, El ariete, Alumni de Almagro, Río de la Plata. Se advierte que hay cinco que se relacionan con el vecindario (Almagro y Quito, que es el nombre de una calle ubicada dentro del barrio), uno con la ciudad (Río de la Plata) y cinco cuyos nombres remiten a la competencia, pero muy especialmente a elementos relacionados con la demostración de poderío, fuerza y éxito, o sea lejanos al fair play.
Ante la iniciativa de los jóvenes, el Padre salesiano Lorenzo Massa, direccionalizó la iniciativa, ayudando al nuevo club a conseguir un terreno propio. El aporte del Padre Massa también se vincula con el nombre que finalmente adoptará el club. Ante las opciones que presentaban los fundadores, el cura los convenció de que el nombre más apropiado era el de un santo, sumado al del vecindario. Es justamente esto lo que el Padre Massa impuso: unió a los jóvenes sobre la base de lo religioso sumando la referencia del lugar, por qué no llamarse sólo "San Lorenzo"?
Así puede advertirse que los nombres vinculados al juego tal como ellos lo entendían fueron los que no lograron pasar el tamiz de la crítica, no fueron aprobados por los padrinos adultos. Se percibe en los nombres elegidos finalmente la defensa del lugar sin ofensas a adversarios. Tal vez pueda entenderse esta variante como una forma de contemplar la conflictiva convivencia entre el discurso y la práctica del fair play junto con la enemistad barrial. Los nombres elegidos parecen denotar la presencia de un "fair play vergonzante" o "rivalidad oscurecida". Sin embargo, la práctica competitiva parece haber privilegiado las enemistades y los exitismos por sobre el juego caballeresco.
La mención al juego entre nombres alternativos y definitivos permite observar algunas de las conexiones emergentes en el momento de la elección. Es decir, podrían percibirse operaciones de ocultamiento y de negociación.
Sin embargo será difícil acercarnos a alguna conclusión si no tenemos en cuenta los ejes valorativos con que los sectores populares adoptaron la práctica del fútbol. En líneas generales es necesario decir que la tendencia fue al abandono del fair play y a la formación de una rivalidad que concebía a todos los adversarios como cuasi enemigos 29.
Retomaremos un caso visto en la nómina de nombres elegidos. Es el de la "Asociación Atlética y Futbolística Argentinos Unidos de Villa Crespo", más tarde acortado al actual "Asociación Atlética Argentinos Juniors". Se "asocian", en una explícita versión del clima asociacionista reinante en la época. El nombre nos dice que se han unido jóvenes argentinos que habitaban el vecindario de Villa Crespo. Como se vio, esto parece expresar un intento de diferenciarse de los habitantes de Villa Crespo no argentinos. Aquí no estamos autorizados a hablar de "argentinos" por oposición a lo inglés (como sí ocurrió con Argentinos de Quilmes); así, la definición remite a un intento de distanciarse del universo inmigrante.
Además, aparece la razón social "Asociación Atlética y Futbolística". El aditamento de "futbolística" será abandonado y no casualmente. En realidad, y en relación al ocultamiento de referencias abiertamente opuestas al fair play, toda mención al hecho de ser un club de fútbol, sólo de fútbol y no con fútbol es opacada.
La tendencia general apuntó a opacar, a desechar toda referencia a un localismo extremo, ofensivo y también toda alusión a la competencia disociada del fair play y sus elementos (por ejemplo "El ariete" para San Lorenzo). Todas estas variantes se abandonaron. Quedaron nombres más o menos neutros, frecuentemente relacionados con la historia de la propia fundación del club, como por ejemplo Platense, o con el lugar de residencia.
El caso de Chacarita Juniors es interesante. En 1906, la opción que también manejaban los fundadores fue "Defensores de Villa Crespo". En 1919 el club se reorganizó y aparecieron quienes deseaban cambiarle el nombre. Se mencionaron como posibles alternativas: Jorge Newery, Defensores de Maldonado, General Soler y Carlos Pellegrini. A diferencia de 1906, próceres y personajes históricos emergieron con peso significativo, aunque el viejo nombre ya identificaba a sus miembros y que finalmente no se modificó.
O sea, siguiendo la tendencia vista arriba, la presencia de la historia patria fue más perceptible desde 1910.
6. ALGUNAS IDEAS A MODO DE CONCLUSION
La potencia con la que se generó el fenómeno del fútbol estuvo ligada al encuentro de dos fenómenos simultáneos: la formación de los sectores populares modernos y la adopción de la práctica futbolística. Es decir, buena parte de su arraigo habría que ubicarla en la fuerza con la que quedó asociado a los lazos forjadores de vínculos identitarios, en el mismo momento original. Una de las primeras rupturas que pueden verse es la falta de elección hacia nombres vinculados al universo inmigrante, a diferencia de la gran cantidad de asociaciones étnicas que desde fines del siglo XIX existieron en la ciudad. Repetimos que hemos recogido la evidencia que permite atestiguar este fenómeno muchas veces afirmado pero nunca demostrado. En este trabajo se puede ver con claridad la decisión de esos jóvenes hijos de inmigrantes de separarse del mundo simbólico asociado a las lejanas patrias paternas.
La potencia con la que se generó el fenómeno del fútbol estuvo ligada al encuentro de dos fenómenos simultáneos: la formación de los sectores populares modernos y la adopción de la práctica futbolística. Es decir, buena parte de su arraigo habría que ubicarla en la fuerza con la que quedó asociado a los lazos forjadores de vínculos identitarios, en el mismo momento original. Una de las primeras rupturas que pueden verse es la falta de elección hacia nombres vinculados al universo inmigrante, a diferencia de la gran cantidad de asociaciones étnicas que desde fines del siglo XIX existieron en la ciudad. Repetimos que hemos recogido la evidencia que permite atestiguar este fenómeno muchas veces afirmado pero nunca demostrado. En este trabajo se puede ver con claridad la decisión de esos jóvenes hijos de inmigrantes de separarse del mundo simbólico asociado a las lejanas patrias paternas.
No está demás destacar que los vínculos identitarios asociados a destrezas corpóreas suelen ejercer gran atracción y apego. Estas fuerzas han sido muchas veces incomprensibles a los ojos de quienes sólo perciben la acción de la razón. Sin embargo, una vía posible de entrada a la comprensión de estos fenómenos es la de observarlos como series de acciones y de sus consecuentes afectos en las que se pone en juego la propia existencia -aunque ésta adquiera la forma de representación escénica en el deporte moderno-.
Si el vínculo identitario no quedó asociado a las colectividades nacionales, sí primó el sentimiento y la razón de la defensa del pequeño espacio local, vecinal, de cuadra o de esquina. Sumado a este aparecerá desde 1910 un recurrente apego a la simbología patria emblematizada en los próceres nacionales. Es decir, este desacople temporal entre la fundación de la tradición patria de fines de siglo XIX y comienzos del XX y su plena adopción tal vez nos remita al pasaje de la formación del discurso patrio y a su recepción, en este caso vehiculizada en el fútbol.
Por último, y sin intención de agotar el tema, puede advertirse la compleja relación que existió entre el proceso de adopción de la práctica del fútbol por los sectores populares y la incorporación -junto con el juego- de los valores que lo acompañaban desde su nacimiento. Los nombre elegidos por los clubes de los sectores populares no hacían mención de relación alguna con el fair play. Aunque sí es preciso analizar lo sucedido con la elección de la razón social. Aquí pueden observarse dos líneas de valores cruzadas y en conflictiva convivencia: por un lado el fair play fundado sobre el modelo de "sportman" de muchos de los jugadores de la liga oficial en la primera década, y por otro lado sobre el estímulo emanado desde la escuela que incentivaba la fundación de "Clubes Atléticos". Sin embargo, esta tendencia tuvo una convivencia contradictoria con lo que puede observarse del estilo dado a la práctica competitiva por aquellos mismos fundadores de "Clubes Atléticos" 30. Si los fundadores declaran explícitamente sus deseos de fundar un club para practicar los ejercicios físicos o atléticos, acto seguido, aparecen en la lista de desafiantes en términos que por lo menos hacen dudar de sus intenciones sportivas. 31